Con la escasez de coches nuevos y los precios de los coches usados alcanzando máximos históricos, cada vez más personas compran sus coches alquilados en lugar de devolverlos.
El precio medio de un vehículo de segunda mano en estos momentos es de más de 29.000 euros, lo que supone un aumento de la friolera del 39%.
Carestoration se ha enterado de un engaño común utilizado por los concesionarios después de que los propietarios de automóviles dicen que fueron estafados por miles de euros cuando compraron sus contratos de arrendamiento.
Enric Hirsh y Ursula Puig tienen algo costoso en común, ambos compraron sus coches de fin de arrendamiento y sus concesionarios les cobraron miles de euros de más.
«No puede ser correcto, simplemente no tiene sentido», dijo Enric.
El contrato de alquiler del renting peugeot de su hijo Manuel estaba a punto de terminar. Todo lo que tenía que hacer era ir al concesionario y tramitar el papeleo.
«Creo que en realidad sólo están tratando de hacer dinero fácil a la gente que no estaba informada y para mí era la primera vez que trataba con un concesionario de automóviles», dijo Jordi Sevilla.
Jordi dijo que sabía que algo estaba mal cuando trajo los documentos a casa. El precio de compra del arrendamiento estaba inflado, misteriosamente, en más de 3.200 dólares, así que Jordi lo discutió con el concesionario.
«Me dijo que entendía que había una discrepancia, y yo le dije que en realidad no era una discrepancia, sino una estafa», dijo.
Jordi dijo que el gerente lo llamó un cargo del concesionario, una tarifa fantasma que no figura en la factura.
«Dijo que a veces la gente se da cuenta, a veces se da cuenta, a veces no», dijo.
Cuando se hace un renting para particulares, el precio no es negociable. Es un hecho por escrito en el contrato de arrendamiento original llamado «valor residual».
Puig dice que su concesionario también trató de aumentar su compra de más de 3,000 € llamándolo una «cuota de procesamiento».
«Comenzó en más de $ 2,000 y luego se fue a 1,600, luego se fue a un 1,000 todo porque le dije que estoy en el teléfono con la empresa», dijo.
Finalmente, llegó a un acuerdo y le cobraron casi 1.100 euros de más.
«Entonces me rendí, pero la guerra no había terminado», dijo Enric.
Ambos clientes llevaron sus batallas a Carestoration.
Llamamos al concesionario de Jordi para pedirle una explicación, que se disculpó, prometiendo hacer una auditoría interna de sus recientes compras de alquiler, y dio a la madre y al hijo un nuevo trato, recortando 3.219 euros del coste.
«Es justicia, tenemos justicia», dijo Jordi Sabate.
Los concesionarios de Shipman nunca respondieron a Carestoration, pero en cambio, rápidamente le hicieron un cheque y le devolvieron 1.500 euros.
Los clientes se ahorraron un total de 4.298 euros.
Recuerde que todas las tasas cobradas deben figurar en la factura. Los concesionarios no pueden cobrar una comisión de tramitación o de concesión fantasma.
Si recientemente ha hecho una compra y los números no cuadran, impugne y, si eso no funciona, póngase en contacto con Carestoration.